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Manoloviks Films
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Curro Ximenes
- 01-02-2006 16:18
Para entender la pasión por la bicicleta nada como ver esta película
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Y será otro nombre mas que añadir a la lista. Como la lista de accidentes mortales en nuestras carreteras. Los accidentes automovilísticos que se asumen de forma natural como un canon que hay que pagar por la supuesta libertad de la sociedad moderna.
Una sociedad física y mentalmente enferma.
Cuando el cáncer que provoca una línea de alta tensión es fácilmente asimilado en nombre del “progreso”. Cuando se promueve la energía nuclear porque el petróleo genera muchos problemas medio ambientales a corto plazo. Pero, ¿y si cae un avión en la central, hay un terremoto o se convierte en objetivo terrorista? ¿Son riesgos que hay que asumir? O cuando se cultivan transgénicos sin saber, o desconocer deliberadamente los efectos primarios, secundarios o terciarios que puedan acarrear.
El uso de los móviles y antenas de telefonía, ¿como nos afecta realmente?. O el uso del ordenador, las radiaciones de la pantalla, las ondas que generan ó el microondas para cocinar sin hablar de pesticidas, conservantes y materiales que migran a determinadas temperaturas. Realmente, ¿es una temeridad coger la bicicleta para ir a trabajar o hacer un recorrido lúdico? ¿Qué nos queda? ¿Quedarnos en casa frente al televisor? ¿Es mejor hacer cola en un atasco ó enlatarse, literalmente, en un vagón de tren? A veces merece la pena jugarse la vida para que la gente te vea, para que “comprenda” y sea consciente que en muchas de nuestras actitudes maniaco rutinarias existen grandes errores que hemos asumido con total naturalidad y en nada nos beneficia. La sociedad habla por si sola. No hacen faltan palabras. En la manera de tratar a los más débiles es donde podemos apreciar el grado real de desquicio y error que comentemos a diario.
Mucha gente ve a los ciclistas como un peligro, como un estorbo y nada mas.
Y algunos lo son. Pues no haré aquí corporativismo barato a cerca de algunos ciclistas, pues muchos merecerían ser multados. Y se puede multar a cualquier persona tan solo con el carnet de identidad. Entonces, no hay excusas. Pero los miles de usuarios que hacemos un uso cívico de la bicicleta padecemos la ira y la incomprensión, sino el atropello o hasta la muerte, por parte de una gente desaprensiva, inconsciente y temeraria. Ya os digo, se ve en ello el reflejo de la salud de nuestra sociedad.
No se tiene conciencia del prójimo, de sociedad ni de convivencia. Se aboga por un modelo de persona hecha a si misma, individualista, imperturbable, egoísta, insolidario que olvidada con suma facilidad su condición mortal y efímera. Como un personaje sacado de un video juego. Una cosa tan simple como frenar y esperar no se lleva, no es moderno, no es eficaz, no es guay ni mola”mazo”. Hay estudios que revelan que en los países del sur, otro eufemismo que su utiliza para no decir tercermundistas, el hecho es que ante un semáforo en ámbar en el sur se acelera y en el norte se frena. Otros querrán ver en esto un símbolo de hombre, del macho, de lo latino, de lo español, de “Manolo el del Bombo”, alejado de lo metro sexual, mas cercano al toro de Osborne, a la raza...
No nos conviene mucho el modelo del piloto de carreras, del gusto por la velocidad, la conducción “deportiva”, la velocidad media alcanzada o el hacer largos recorridos sin parar si quiera a hacer “pipí...” O los que toman Colacao y se montan a una moto desde bien niños... Los modelos que subrayan estatus, velocidad, marca, línea, imagen social, nivel económico, categoría, prestigio, en suma, la imagen del “éxito”.
Nos tiene bien engañados en todos los sentidos. Yo no se si el aire, la comida o la Cocacola pero la tendencia de nuestro comportamiento humano actual dista mucho en ocasiones del tratamiento de los problemas reales de las personas.
Nos tienen entretenidos con religiones, políticas, estupideces, legajos, patrias, y solemnes tonterías que nos apartan de los problemas reales e importantes.
Lo más razonable sería, por puro sentido de supervivencia, alejarse de las carreteras, del tráfico rodado cotidiano, del Excalestric de cruces y carreteras pero entonces, ¿qué van a hacer? ¿Meternos a todos en una reserva india? ¿El carril bici lo arreglaría todo? ¿El casco te protege de ser atropellado por un camión? ¿Apartarnos del caos circulatorio?
¿No se solucionarían los problemas respetando mas a las personas? Esa puede que sea la cuestión, el respeto hacia las personas. Que un accidente le puede pasar a cualquiera pero, que cada semana sean atropellados de media dos ciclistas, qué cada día muera alguien en la construcción, que cada año más de 70 mujeres mueran a manos de sus parejas, que cada fin de semana se acumulen muertos y mas muertos en las carreteras... ¿No hay solución a esto? Hoy es un día triste, han atropellado a un ciclista, a un vecino nuestro, y solo puedo preguntarme ¿qué hay que hacer para que seamos mas respetuosos con nosotros mismos? ¿Qué demonios hay que hacer? ¿En dónde estamos equivocados?
"Cuando veo un adulto en bicicleta, tengo esperanzas en la raza humana" H.G. WELLS
Una sociedad física y mentalmente enferma.
Cuando el cáncer que provoca una línea de alta tensión es fácilmente asimilado en nombre del “progreso”. Cuando se promueve la energía nuclear porque el petróleo genera muchos problemas medio ambientales a corto plazo. Pero, ¿y si cae un avión en la central, hay un terremoto o se convierte en objetivo terrorista? ¿Son riesgos que hay que asumir? O cuando se cultivan transgénicos sin saber, o desconocer deliberadamente los efectos primarios, secundarios o terciarios que puedan acarrear.
El uso de los móviles y antenas de telefonía, ¿como nos afecta realmente?. O el uso del ordenador, las radiaciones de la pantalla, las ondas que generan ó el microondas para cocinar sin hablar de pesticidas, conservantes y materiales que migran a determinadas temperaturas. Realmente, ¿es una temeridad coger la bicicleta para ir a trabajar o hacer un recorrido lúdico? ¿Qué nos queda? ¿Quedarnos en casa frente al televisor? ¿Es mejor hacer cola en un atasco ó enlatarse, literalmente, en un vagón de tren? A veces merece la pena jugarse la vida para que la gente te vea, para que “comprenda” y sea consciente que en muchas de nuestras actitudes maniaco rutinarias existen grandes errores que hemos asumido con total naturalidad y en nada nos beneficia. La sociedad habla por si sola. No hacen faltan palabras. En la manera de tratar a los más débiles es donde podemos apreciar el grado real de desquicio y error que comentemos a diario.
Mucha gente ve a los ciclistas como un peligro, como un estorbo y nada mas.
Y algunos lo son. Pues no haré aquí corporativismo barato a cerca de algunos ciclistas, pues muchos merecerían ser multados. Y se puede multar a cualquier persona tan solo con el carnet de identidad. Entonces, no hay excusas. Pero los miles de usuarios que hacemos un uso cívico de la bicicleta padecemos la ira y la incomprensión, sino el atropello o hasta la muerte, por parte de una gente desaprensiva, inconsciente y temeraria. Ya os digo, se ve en ello el reflejo de la salud de nuestra sociedad.
No se tiene conciencia del prójimo, de sociedad ni de convivencia. Se aboga por un modelo de persona hecha a si misma, individualista, imperturbable, egoísta, insolidario que olvidada con suma facilidad su condición mortal y efímera. Como un personaje sacado de un video juego. Una cosa tan simple como frenar y esperar no se lleva, no es moderno, no es eficaz, no es guay ni mola”mazo”. Hay estudios que revelan que en los países del sur, otro eufemismo que su utiliza para no decir tercermundistas, el hecho es que ante un semáforo en ámbar en el sur se acelera y en el norte se frena. Otros querrán ver en esto un símbolo de hombre, del macho, de lo latino, de lo español, de “Manolo el del Bombo”, alejado de lo metro sexual, mas cercano al toro de Osborne, a la raza...
No nos conviene mucho el modelo del piloto de carreras, del gusto por la velocidad, la conducción “deportiva”, la velocidad media alcanzada o el hacer largos recorridos sin parar si quiera a hacer “pipí...” O los que toman Colacao y se montan a una moto desde bien niños... Los modelos que subrayan estatus, velocidad, marca, línea, imagen social, nivel económico, categoría, prestigio, en suma, la imagen del “éxito”.
Nos tiene bien engañados en todos los sentidos. Yo no se si el aire, la comida o la Cocacola pero la tendencia de nuestro comportamiento humano actual dista mucho en ocasiones del tratamiento de los problemas reales de las personas.
Nos tienen entretenidos con religiones, políticas, estupideces, legajos, patrias, y solemnes tonterías que nos apartan de los problemas reales e importantes.
Lo más razonable sería, por puro sentido de supervivencia, alejarse de las carreteras, del tráfico rodado cotidiano, del Excalestric de cruces y carreteras pero entonces, ¿qué van a hacer? ¿Meternos a todos en una reserva india? ¿El carril bici lo arreglaría todo? ¿El casco te protege de ser atropellado por un camión? ¿Apartarnos del caos circulatorio?
¿No se solucionarían los problemas respetando mas a las personas? Esa puede que sea la cuestión, el respeto hacia las personas. Que un accidente le puede pasar a cualquiera pero, que cada semana sean atropellados de media dos ciclistas, qué cada día muera alguien en la construcción, que cada año más de 70 mujeres mueran a manos de sus parejas, que cada fin de semana se acumulen muertos y mas muertos en las carreteras... ¿No hay solución a esto? Hoy es un día triste, han atropellado a un ciclista, a un vecino nuestro, y solo puedo preguntarme ¿qué hay que hacer para que seamos mas respetuosos con nosotros mismos? ¿Qué demonios hay que hacer? ¿En dónde estamos equivocados?
"Cuando veo un adulto en bicicleta, tengo esperanzas en la raza humana" H.G. WELLS
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