La Invasión Extraterrestre / 1

V, Invasión Extraterrestre fue una serie de televisión de ciencia ficción emitida entre 1983 y 1985 producida en los Estados Unidos, escrita y dirigida por Kenneth Johnson.

Imaginemos por un momento, solo por uno, de momentos digo, que llegaran desde el cuarto o quinto planeta de la estrella Sirio, unos extraterrestres humanoides (de apariencia prácticamente humana que se dice) pero no una flota de 50 enormes platillos voladores, no, sino algo mas discreto, un comando secreto que visitara la comarca del Garraf.
¿Qué verían? (El planteamiento no es nada original lo se, lo se…)

Les habla el Comandante Wenderlaos. Día 1. 5 A.M. Hora local. Nuestro primer objetivo será dirigirnos a la capital de la comarca para hacer una pequeña exploración de la zona. Hemos “aparcado” en un inhóspito paraje junto a un cartel en obras. Hotel Platja Llarga. Nos dirigimos hacia la estación del tren de Cubelles. Llevamos ropas de currelas, que se dice, un bolso con un bocadillo de ratones, el Ipod de camuflaje y un sombrero típico para no levantar sospechas. Barretina, le llaman. Debemos proceder a intercambiar unos curiosos papeles de colores por otro algo más grueso que vemos introducen en una máquina con puertas que se abre. El Departamento de Espionaje del Cuarto o Quinto Planeta de la Estrella Sirio ha trabajado intensamente durante más de 10 años para que esta misión secreta sea todo un éxito.
Ya la cagaron en 1947 cuando pillaron a un agente nuestro en el desierto y lo diseccionaron. El caso Roswell. Menos mal que Jiménez Losantos, digo… Iker Casillas, este… Iker Jiménez, eso… se encargó de desmentirlo en su programa, CUARTO MILENIO. ¡Qué pringao, para una cosa que si es verdad! (Ver: http://es.youtube.com/watch?v=nnMosT6eRdw)

Hemos llegado a la estación y dos chicas nos ofrecen diarios gratuitos.Esperamos en el andén haciendo ver que leemos. Una señora nos mira. Ha girado la cabeza, por suerte mal, el Ipod registra un “l-a-s-p-u-t-a-s-d-r-o-g-a-s” Ya tendremos tiempo de analizar esto en el platillo. Mientras esperamos el Ipod marca inusuales concentraciones de azufre en el aire… Hay una central térmica cerca. Llega el tren. Entramos en el mismo vagón donde se oye vociferar a un tipo bajito con bigote. El Ipod registra: ¡!!A trabaja, a trabaja…!!! . En realidad no es un Ipod sino una complicada máquina que va almacenando todos los datos del planeta. Lo del señor este parece ser una cosa muy normal. La gente ni se inmuta.

Un rótulo deslizante situado en la parte superior de las puertas del tren anuncia que llegamos a la estación de Vilanova i la G. ¿Qué será la “G”? En la estación hay mucha actividad. Pasamos por unas escaleras estrechas y se forma un tapón de gente. Nos quedamos atascaos ahí por lo menos un cuarto de hora mientras el tipejo se esta ensañando con el discurso pues el Ipod no hace mas que dar pitidos dentro del bolso. Andriu, el técnico biomecánico a punto esta de sacar la espada láser y cortarle el cuello pero la misión hubiera fracasado. Le hago un gesto para que aguante un poco mientras se aleja la marabunta. El Ipod vuelve a la normalidad. Ni rastro del Totarreu. Nos dijeron que había un tipo que podía aparecer a la vez en varios lugares de la ciudad. Otra oleada de gente va situándose junto a los trenes lanzaderas. Parecen gaviotas en la arena, apunto.

Queremos salir de la estación y se ve que hay que volver a pasar las cartulinas por las máquinas pero la gente entra a saco y no nos dejan salir. Momentos de incertidumbre. Un joven se descojona en nuestra cara mientras otra señora mayor dice: “s-e-r-a-n-d-e-s-i-t-g-e-s” Esto último me ha dejado con el asteroide detrás de la oreja. (Je-je, humor inglés.) Luego veremos qué quiso decir la señora cuando lo pasemos por el D.I.I. (Detector de Idiomas Intergaláctico) Intentamos salir de le estación. Nos dan más periódicos. Hay que ver lo que leen estos jodidos terrícolas. Por fin logramos salir al tiempo que un autobús casi nos espachurra. Seguimos por la acera. Más y más gente corre hacia la estación. Van o están como locos. Una calle más allá primitivos artefactos con ruedas se apelotonan ante una luz roja. Sus ocupantes a su vez, descongestionan a fondo sus fosas nasales. Será un ritual litúrgico, sin duda.

Una PUTA bici casi nos atropella. Más allá el Ipod intercepta un “malo”.Nervios. La pantalla indica nivel naranja M.U.N.I.P.A. Estos solo saben poner multas a los coches mal estacionados. Que para el caso, si te colocan las señales móviles, pueden ser todos. Coño!!! A ver si ven el ovni y nos lo multan… Otra cosa hubiera sido habernos topado con el nivel rojo, M.O.S.O.S, que por ser de reciente creación van de Rambo Stallone repartiendo estopa a mansalva. Intentamos eludir su mirada, el tipo no nota nuestra presencia, solo están programados para apuntar matrículas. Giramos a la derecha por una senda rojiza y otra PUTA bici nos pasa rozando… “c-h-a-l-a-o” detecta el Ipod. Makinley, nuestro escolta, opta por encender una luz roja intermitente que coloca encima del sombrero o barretina para que no nos atropelle otro “puto biciclista”. Accionamos, dentro del menú del Ipod, el G.P.S. Interestelar. Se detecta una subestación de autoridad terrícola en nivel verde, P.I.C.O.L.E.T.O.S. Coordenadas registradas. Más allá se presenta una construcción pre futurista. Es uno de nuestros principales objetivos del día. Recopilar la mayor cantidad de información posible sobre este edificio donde cohabita la televisión local, que casi nadie ve, con unas formas de tecnologías muy obsoletas. En la puerta reza un eslogan, hago una foto, “n-o-s-e-q-u-é-d-e-l-a-s-i-d-e-a-s”. Una construcción que llevó a cabo un singular personaje de la región que quema adrenalina dando con un palo a sus semejantes en la Festa Major y en la fiesta nacional se apremia a cocinar carne picada en un envoltorio comestible…
El establecimiento esta cerrado. Ummm!!! Ya nos hablaron de esto en nuestro planeta. La palabra paciencia aparece en la pantalla de nuestro Ipod. Se sugiere ir a almorzar. ¿Almorzar, que será ir a almorzar?
Dentro del bolso, los ratones parecen nerviosos…

CONTINUARÁ…