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Manolovik
- 07-02-2010 22:53
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El 4 de febrero en la contraportada del diario La Vanguardia podíamos leer una inquietante entrevista a Alberto Arce sobre su último trabajo sobre la operación militar llevada a cabo por el Ejército israelí, que terminó con la vida de 1.412 palestinos. La operación bajo el nombre de «Plomo fundido», 24 días desde finales de 2008 a principios de 2009, que pudo ser grabada por este intrépido reportero pese al férreo control del ejército Israelí. Se cree que fue el único periodista que pudo captar la ofensiva.
El documental To shoot an elephant (TSAE) –Disparar a un elefante- narra, desde el interior de la Franja de Gaza, lo ocurrido durante aquellos días. Convertido en narración directa de los bombardeos quiere ser herramienta para hacer frente a la propaganda israelí y al silencio internacional. El pasado 18 de enero hizo un año y se proyectó en multitud de salas de todo el mundo.
Después de ver el documental escribo estas letras:
Es el genocidio de Israel sobre el pueblo Palestino y las imágenes son muy duras. Por qué atacan 4 ambulancias, bombardean el almacén de alimentos más importante de la franja de Gaza, cercan los hospitales de la Media Luna y la Cruz Roja Internacional no puede hace nada. Sitiados, cercados, no dejan que llegue la ayuda, bombardean parques infantiles, mercados, niños muertos, hablaban de armas inteligentes.
Bush se preguntaba: ¿por qué nos odian?
Hasta las ambulancias, personal médico y voluntarios también son objetivos de Israel. ¿Cómo se pueden lanzar dos misiles en el patio de un hospital? Se pasan las leyes internacionales de evacuación y la Convención de Ginebra por donde les parece. A medida que voy viendo el vídeo tengo deseos de escribir, no es fácil ver morir a tres hermanos pequeños en el hospital. Disparan a los enfermeros que van a rescatar un cadáver. Nos respetan ni los entierros.
¿Quiénes son los terroristas?
Los palestinos creen, no sin razón, que el mundo los ha dejado frente a Israel. Los están matando como hicieran los nazis en los campos de exterminio, ni más ni menos. Los palestinos se ven muertos, saben que los están matando y es entonces cuando al no tener nada que perder tampoco parecen temer hacer cualquier locura, tirar un misil que Israel contesta con cientos o inmolarse porque realmente están muertos y esto no le interesa a nadie. Lanzan bombas de fósforo, ilegales según los tratados internacionales, que quema la ropa y si lo respiras te desmayas además puede arder después de tres días aunque le eches agua.
¿Podrá la Comunidad Internacional seguir mirando hacia otro lado?
Hay una pregunta que me impresionó, el periodista en un momento de descanso les pregunta a los de la ambulancias palestinas que ¿qué pasaría si encontraran a un soldado israelí herido? Nada, llevarlo a curar a un lugar seguro y esconderlo…
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