Vivir en un bunker

Sin ningún tipo de motivo, hasta que al final reconoció tanto ante mi como delante de los vecinos su gran aversión hacia los homosexuales.

Incluso llamando al propietario de mi piso para que me rescindiese el contrato de arrendamiento, ante la negativa de este empezaron los insultos y amenazas, acosándome incluso por la calle llamándome a gritos maricón sidoso, metiéndose con mi entorno, incluso con mi asistenta por ser inmigrante.

Al ver que yo iba aguantando en mi casa, llevo a la violencia física, intentándome golpear cuando yo por edad podía ser su padre, aparte mido 1’58 cm con movilidad reducida y el es un chico de unos 30 años de casi 1’90 cm de altura.

Cuando fui a denunciar esta agresión fui con mi pareja de testigo que se interpuso delante del puñetazo que iba a dar, fue al juzgado de instrucción nº7 de Vilanova, los cuales clasificaron este hecho, habiendo testigo, de delito leve.

Después estuvo un tiempo tranquilo, hasta que empezó la pandemia, que no me dejaba salir de casa, ni para pasear los perros y estuve casi secuestrado durante 3 días en casa, hasta que tuvo que llamar a la policía para que me viniesen a rescatar. Después de hablar con él, me aconsejaron que acudiese al ayuntamiento al Servei d’Atenció Integral.

Me atendió una abogada, hicieron las denuncias pertinentes, pero nada más, solo la notificación de la Generalitat y nada más.

Al ver que seguía en el piso, este señor empezó a atacarme económicamente, rompiendo puertas de entrada, rompiendo la cerradura para impedir mi acceso a mi vivienda, rompiendo la puerta del buzón, etc…

A parte sin cesar sus insultos homófobos por toda la comunidad y la calle.

El 19 de diciembre el año pasado 2021, tuve que instalar una alarma y cámaras de seguridad y convertir en mi casa en un bunker. Al mismo tiempo acudí al Colegio de Abogados a solicitar un abogado de oficio porque cobro ya una jubilación de incapacidad y no podía asumir los costes de un abogado y procurador. Las únicas personas que realmente me ayudaron fueron las funcionarias de este Colegio, ante la gravedad de los hechos tuve abogada en pocos días.

Se presentó querella criminal que fue admitida a trámite, gracias a las pruebas y testigos que presente, el 6 de mayo hubo declaración con pruebas y testigos.

Hasta ahora, la única noticia es que su señoría de instrucción nº8 de Vilanova i la Geltrú ha denegado las medidas cautelares que se pidió de distanciamiento. Y por lo que se hasta bien entrado otoño no sabré si su señoría presenta cargos o lo archiva como paso hace 2 años.