El orgullo de ser tu amigo

Se publica una nota titulada “Los mejores libros en español de los últimos 25 años”.

Cincuenta críticos, escritores y libreros de ambos lados del Atlántico, eligen los 25 hitos del último cuarto de siglo.

Y allí estaba, para mi gran admiración, la obra de Daniel Martino titulada “Borges”.

Vale decir, uno de mis compañeros de la infancia, con el que andaba en bicicleta en búsqueda de aventuras por Banfield, en el sur de Buenos Aires, es uno de los autores de semejante premio, y como yo no soy escritor, no relataré la importancia literaria del mismo, pero si puedo contar y meter un bocadillo con una historia mínima con “El Pino”, como lo llamamos todavía los que conocemos a Dany desde el jardín de infantes. Y dice así…

Corría febrero del 2007 con el invierno en Cunit en Catalunya, donde vivo con mi familia, y después llevar cuatro años en el “exterior”, viajaba a Buenos Aires de vacaciones.

La vuelta a mi madre patria, representa ver a familiares y principalmente a los amigos de toda la vida, porque… “Más allá de como puedan resultar las cosas, es bueno saber que la música siempre va a estar allí, especialmente los clásicos, que como muchos amigos, quizá no sean perfectos, pero siempre podemos volver a ellos. Con ellos logramos atravesar el paso del tiempo, y nos convertimos en la banda de sondo de nuestra vida”. (De la película “Días de Vinilo”…)

Joan Manuel Serrat dice que a su edad, ya no quiere conocer nuevos países o ciudades, sino que viaja a países donde están sus amigos.

Casualidades de la vida, unos días antes de mi viaje, recibo con sorpresa y gran alegría, el siguiente mensaje por Facebook,… con una dialéctica tan impecable que al día de hoy, vuelvo a releerla… y lloro de emoción por el escrito, por el valor que da a cada palabra, a cada frase… en la que toma sentido cada expresión en busca de un amigo. Y El Pino decía así:

Martín: 242.0026 fue el primer teléfono que memoricé, y que como ves todavía conservo en mi memoria. Una casa en la calle Maipú, Banfield Este, el lugar que guardo como uno de mis mejores recuerdos de mi infancia. El colegio San Juan de la calle Azara, otro; Inmaculada Concepción de Lomas; Euskal Echea de Llavallol, otros tantos. Todos, ámbitos de mi imbecilidad, paulatinamente apagada no por mérito propio sino por el correr de los años, que suministra saberes a costa de patadas espantosas. Si esto te dice algo, sabrás quién soy. El tiempo talla nuestros rostros con imágenes nuevas: no me reconocerás en la fotografía de mi ¿site?, que incluso ya es vieja. Puse Snark, no Martino, para que no me rompan las pelotas, simplemente. Ojalá seas vos, ojalá estés bien, ojalá estas líneas no sean tan idiotas como me están pareciendo. Si todo es una confusión más -por qué no, si habito en el error-, perdóname: te confundo, porque te llamas igual que él, con un amigo que quise mucho y al que nunca olvido. A ese amigo, un fuerte abrazo; a vos, si no lo sos, mis más profundas disculpas.

Si sos, en www.borgesdebioycasares.com.ar sabrás algo de quien te escribe.

Dany, te pido perdón y mil disculpas por publicar este escrito “íntimo y privado”, pero dadas las circunstancias y por la forma en que tratas con tanta delicadeza cada palabra, debo compartir este “tesoro literario” para que todos puedan disfrutar de tu capacidad para trasmitir emociones.

Finalmente, en ese caluroso verano de Buenos Aires nos encontramos, con él y con muchos amigos más, y personalmente me dedicó un ejemplar de este magnífico libro.

Te felicito, y me felicito por tenerte de amigo… 

Gracias Pino... siempre en mi corazón... Martín