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Cartes a la direcció
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Miguel Ángel Barrachina
- Vilanova i la Geltrú
- 11-11-2014 19:58
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Mi querido Mariano, permíteme que te sea franco. Lo nuestro es imposible. Ahora lo sé. Ayer me di cuenta de que nuestra relación no tiene futuro. Mi futuro está en otra parte, lejos, muy lejos de ti. Sí, me has dicho que me quieres, incluso en público, pero ya no te puedo creer. Amar no significa no tener nunca que decir lo siento, más bien al contrario, significa decirlo siempre que sea necesario. Pero incluso decir –lo siento mucho, me he equivocado. No volverá a ocurrir – no es suficiente. Hay que demostrar que se quiere reparar el daño, que no es solo una frase hecha, palabras huecas que se lleva el viento. No se hace callar a quien se ama. No se menosprecia su opinión y menos aún su capacidad y su derecho a tenerla. No hay ley ni norma que pueda levantar un muro tan alto, que no se pueda derribar cuando existe una sincera voluntad de comprender y respetar al otro. Tú llevas mucho tiempo escondido tras tu muro del silencio. No me escuchas y apenas sé si me puedes ver. Apenas hablas conmigo y si lo haces tan solo es para criticarme y ofenderme. No percibo ni la más mínima buena voluntad en ti. Me quieres sometido o no me quieres. Esto no es verdadero amor, Mariano, tú sabes que tengo razón.
Ayer volví a hacer el esfuerzo de explicarte lo que pienso. No quisiste escuchar. Te reíste de mí. Ya estoy cansado Mariano, estoy muy cansado. No tengo porqué seguir soportando tus insultos y tus amenazas. Tú no me quieres Mariano, nunca lo hiciste en realidad. Por eso te digo que se acabó. Me voy, no te aguanto más. Mi paciencia se ha agotado y ahora ya no hay vuelta atrás. Creo que estaremos mucho mejor cada uno por su lado. Tus intereses y los míos van en direcciones opuestas. Es hora de ser valientes y decir adiós. No soy rencoroso, tienes mi mano tendida, pero no te equivoques, ahora decido yo. Tan solo te pedí respeto y nunca lo obtuve de ti. Podemos andar juntos, pero nunca más tu delante y yo detrás, como perrillo faldero. Si es eso lo que quieres, tendrás que buscarte a otro, porque este que te habla, se cansó de llevar collar y ahora camina libre y dispuesto a decidir sin miedo, quien quiere ser de ahora en adelante. Adiós, Mariano. Cuídate mucho. Se acercan tiempos revueltos.
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