¡Nochebuena me toca a mi!

Si estás preparando un convenio regulador junto con tu abogado sabrás que en él se deben contemplar medidas pensando en el presente pero también pensando en el futuro, con el fin de evitar problemas sobre cuestiones que no hayan sido pactadas. En muchas ocasiones pensamos "bueno…cuando llegue el momento…ya veremos, nos arreglamos entre nosotros". Sin embargo, a veces esto puede ser un error. Es el caso de ponernos a reflexionar sobre cómo nos gustaría disfrutar de las vacaciones escolares con nuestros hijos cuando éstas lleguen. Por las fechas en las que nos encontramos, nos referiremos a las vacaciones de navidad.

No existe una forma legal concreta de establecer el reparto de las vacaciones escolares de navidad. Cada pareja elige la forma que mejor se adapta a la nueva realidad familiar, dependiendo también de la edad de los hijos. En cualquier caso, la forma habitual de distribuir las estancias con ellos durante estas fechas suele ser por mitad, es decir, estableciendo dos periodos. Un primer periodo desde el primer día de vacaciones escolares hasta el día 31 de diciembre, y un segundo periodo desde el 31 de diciembre hasta el último día de vacaciones escolares. Estos periodos se suelen alternar, de tal manera que los años pares (por ejemplo, este año 2014) el primer periodo lo disfrute uno de los progenitores y el año que viene (en 2015) el otro progenitor. Añadir que los días 25 de diciembre y el 6 de enero (especiales para los hijos) hay muchos padres que se reparten el día, siendo que por la mañana los tiene uno y por la tarde el otro.

Esta es una manera equitativa de disfrutar de los hijos durante estas fechas. No obstante, cada familia debe decidir qué se adapta mejor a sus circunstancias. En este sentido, puede ocurrir que la familia paterna no celebre Nochebuena pero sí Nochevieja y la familia materna a la inversa. En tal caso, les interesará poder disfrutar de su hijo cada año el mismo periodo.