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Cartes a la direcció
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Luis Luengo
- Vilanova i la Geltrú
- 28-11-2021 18:48
Se me ocurre que un asunto como el separar las aguas fecales de los torrentes, revisar la capacidad y eficiencia de la depuradora y mejorar los vertidos al mar, podía caber dentro de las exigencias para optar a ese dinero
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En la crisis del 2008, Zapatero destinó unos pocos miles de millones de euros destinados a obras, para reactivar la economía y sostener al máximo de los trabajadores en sus puestos de trabajo. Aquel dinero no se sabía de donde lo iba a sacar Zapatero y el mundo económico ortodoxo se echó las manos a la cabeza. La cuestión fue que para Vilanova fue como un "maná". Se remodeló la rambla de la Pau, se tapó el torrente de la Pastera y otras obras para las que nunca había dinero para acometerlas.
Ahora, con la actual crisis, la Unión Europea ha puesto a trabajar a tres turnos, a su máquina de imprimir billetes de banco y los va a repartir por los Estados de la Unión en cantidades nunca vistas antes, para reactivar la economía y propiciar un cambio de modelo económico. Los ortodoxos de la economía tampoco saben esta vez adonde nos puede llevar esto, que parece que sea como una repetición del milagro bíblico de la multiplicación de los panes y los peces.
Lo de Zapatero fue un juego de niños comparado con esto. Si entonces nuestro ayuntamiento supo acabar con algunos de los problemas eternos de la ciudad por falta perenne de fondos, ahora con esa ingente cantidad a gastar por los Estados, nuestro ayuntamiento no debería dejar pasar la ocasión y si lo hiciera, sería para darles una tunda.
Se me ocurre que un asunto como el separar las aguas fecales de la ciudad de los torrentes, revisar la capacidad y eficiencia de la actual depuradora y mejorar los vertidos al mar, podía caber dentro de las exigencias requeridas para optar a ese milagroso dinero. Y seguro que en la cabeza de nuestros regidores hay más asuntos.
Lo dicho: los ciudadanos tenemos que notar mejoras en nuestra ciudad y no solamente en Cataluña o España. No nos valen las disculpas de mal pagador por parte de nuestro ayuntamiento, porque cuando haya que pagar por las consecuencias de la creación de ese dineral, surgido como una rosa en primavera, las pagaremos también los ciudadanos de esa villa, nos hayamos, o no, aprovechado del reparto de dinero.
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