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Tribuna
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Fran Moreno
- Sant Pere de Ribes
- 26-07-2017 18:40
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Cuando el malvado Palpatine anuncia ante el senado que la República se convertirá en el primer Imperio Galáctico, la senadora del planeta Naboo, Padme Amidala, pronuncia su frase más célebre: “Y así es como muere la libertad, con un estruendoso aplauso”. Amidala hace referencia a un senado que aplaude sumisamente ante los intereses del autoproclamado emperador. La crítica política ante un gobierno despótico ha sido anulada.
Lo que ocurre en cada pleno de Sant Pere de Ribes, ya sea en la provisional sede de Can Puig o en la Vinya d’en Petaca guarda una estrecha relación con ésta escena de Star Wars: Episodio III - La venganza de los Sith. ¿Existen unas políticas autoritarias como las de Palpatine? La respuesta es un no rotundo. No va por ahí éste artículo. Voy a centrarme en la relación que hay entre la emisión del mensaje político y la reacción de los receptores.
Los plenos municipales son la herramienta democrática más cercana a los habitantes de un municipio. En el caso de Sant Pere de Ribes están formados por 21 concejales de 6 fuerzas políticas distintas: El partido de gobierno, PSC (7), liderado por la alcaldesa Abigail Garrido y los partidos de la oposición; PDECAT-VIA (4), UM9-CUP (4), Fem Poble (3), PP (2) y ERC (1). Se celebran cada mes de forma alternativa en los núcleos de Ribes y Les Roquetes. Son retransmitidos habitualmente por la televisión pública Canal Blau y son de carácter público.
Aunque la aritmética política sea poco favorable al PSC, ya que sólo representan un tercio de los concejales del pleno, el hecho de gobernar significa, entre otras muchas cosas, tener acceso a más capacidad ejecutiva, mediante las juntas de gobierno local o los decretos emitidos por la alcaldía, que a efectos prácticos suelen escapar al debate y a una fiscalización eficaz por parte de los grupos de la oposición.
Los plenos son la única herramienta eficaz, transparente y democrática para ejercer la soberanía del pueblo en la política local. No obstante, esto es posible siempre y cuando el partido de gobierno tenga la voluntad de tratar los temas importantes en los plenos y no se aproveche de las herramientas anteriormente citadas para evitar el debate. Quién gobierna decide el orden del día de los plenos y eso es un poder político más al servicio del gobierno de turno.
Una vez explicado, a grandes rasgos, el funcionamiento de los plenos hay que decir que raramente una votación acaba en un aplauso, cómo sí sucedía en la escena de Star Wars. El problema no reside en que la oposición haya sucumbido ante la imposición de un caudillo como Palpatine, nada más lejos, el gobierno intenta gobernar con todas las herramientas que dispone a su favor y la oposición intenta hacer oposición con las pocas herramientas de las que dispone. Esas son las reglas de las que disponemos en la democracia actual.
El problema surge cuando no se produce ninguna reacción, aplauso o protesta, sólo un frío silencio. Y aquí viene lo más duro de todo, casi nadie asiste a los plenos de Sant Pere de Ribes. Raramente el público supera la docena. ¡Menos de 12 personas en una población de 30.000 habitantes! Si bien el papel del gobierno es intentar gobernar y el de la oposición fiscalizar que el gobierno lo haga lo mejor posible, no podemos olvidarnos durante 4 años de nuestras responsabilidades políticas como habitantes de Sant Pere de Ribes. Si como vecinos damos la espalda estamos delegando nuestro poder político sin ejercer ningún tipo de fiscalización a nuestros representantes. Y así es como muere la libertad, en un estruendoso silencio.
En la actualidad la alcaldesa Garrido goza de una gran popularidad en Facebook, 2931 seguidores, mientras que el perfil del Ayuntamiento de Sant Pere de Ribes tiene 727 seguidores. En ambos perfiles se transmite información pública de la institución y se reciben mensajes a diario de propuestas o quejas para el municipio, sobretodo en el perfil de la alcaldesa. Sin embargo, los plenos siguen sin público.
Por poner un ejemplo, sólo con que asistiera un 5% de los seguidores de la alcaldesa al pleno rebosaría el aforo y en un ejercicio de política ficción, podríamos imaginarnos a Abigail Garrido en una estampa parecida a la boda de la hija de Lola Flores, ya saben, la escena de la iglesia llena de gente y la cantaora gritando: “Mi hija no se puede casar, si me queréis irse”. Pero sería eso, política ficción y parece poco probable que la alcaldesa tenga que pedir que salga parte del público para poder realizar un pleno.
La democracia no puede basarse en cinco líneas en las redes sociales, en saludos y me gustas, en sonrisas y fotografías, en cortes de cinta o políticos sosteniendo bebés. No puede basarse en proclamas o en comentarios, en trendings topics o hashtags.
Hace falta implicación, preocuparse por lo que ocurre en el municipio, interesarse de aquellos temas importantes, seguir que hace el gobierno o la oposición y para ello es imprescindible saber que los plenos son una herramienta más para que los habitantes de Sant Pere de Ribes podamos ejercer nuestro deber cívico y político.
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