Sobre Vox en Les Roquetes

El pasado viernes 5 de febrero Vox realizó un míting en la plaza Llobregat, el corazón de Les  Roquetes. Allí realizaron parlamentos Ignacio Garriga, candidato a presidir la Generalitat y del eurodiputado Jorge Buixadé. Se pudieron leer y escuchar mensajes que claramente incitaban al odio hacia muchos colectivos; hacia los extranjeros, hacia los partidos de izquierda o contra los propios catalanes. 

El telonero presentó a Garriga como alguien “bravo”, “valiente” y puso especial énfasis en llamarlo “nuestro comandante en jefe”. Vox dice que sus detractores les ponen etiquetas, que les dicen que son de ultraderecha y fascistas. Sin embargo, si analizamos su propio discurso,  podemos comprobar que existen sinónimos de comandante en jefe como la palabra alemana führer, la italiana duce o la española caudillo. No parece fruto de la casualidad, tampoco de la ignorancia del significado de estas palabras, se trata de una clara alusión a un tipo de política, la de los fascismos. Añadamos a esto que los fascismos, tal y como explica Stanley Payne, tienden a un estilo de mando autoritario y carismático, en los que se resaltan cualidades y atributos personales de sus líderes; en este discurso resaltan la supuesta valentía y bravura de Garriga. 

Es cierto que Garriga mostró valentía, una valiente ignorancia, intentó utilizar la historia de Les Roquetes en beneficio propio, sin pronunciar su nombre, por cierto; no se acababan de aclarar dónde estaban, a veces decían que estaban en una ciudad, a veces en un barrio… Dijo que estaba en Sant Pere de Ribes, pero no consiguió verbalizar que estaba en Les Roquetes. ¿Hacía donde proyectaban su discurso realmente, hacia los vecinos o hacia la prensa? Llegaron a decir que los vecinos tuvieron que asfaltar las calles ellos mismos porque la izquierda y los independentistas los habían maltratado históricamente. La primera casa de Les Roquetes se construyó en 1946 y  las primeras agrupaciones de casas que podemos considerar el inicio del pueblo se construyeron en la década de 1950, eran los oscuros años del régimen franquista. 

Por todos es sabido las dificultades y las penurias que se tuvieron que vivir durante las primeras décadas de nuestro pueblo. Si en los primeros años Les Roquetes tuvo problemas por la falta de suministros, equipamientos e infraestructuras, no fue a causa de la mala previsión de ningún gobierno democrático de izquierdas, sino por la dejadez de la dictadura. Una vez los vecinos empezaron a organizarse en asociaciones vecinales y se pudo votar libremente, las izquierdas lograron gobernar casi de forma permanente. Y eso no ha generado más pobreza ni peores condiciones, todo lo contrario, Les Roquetes se ha embellecido y ha crecido de una forma espectacular. No se puede negar que en los últimos años, la crisis de 2008 y la pandemia han  azotado nuestro pueblo, pero ha sido así en tantos otros del país, decir que es algo específico de independentistas o gobiernos de izquierdas contra nuestro pueblo es mentir. 

Garriga despreció Les Roquetes, menospreció nuestro pueblo diciendo que las administraciones nos habían “condenado a vivir en un barrio inseguro en que los delincuentes campan por las calles con total impunidad”. ¿Acaso Les Roquetes es un barrio lleno de delincuencia? Eso es lo que se decía hace décadas, precisamente para estigmatizarnos, para ningunearnos. No es de extrañar de un partido que ha llamado a los barrios obreros “estercoleros multiculturales”, tenga este discurso aporofóbico y clasista. En el fondo lo que quieren es desclasar a la clase obrera para que los voten mientras defienden los intereses de la burguesía más conservadora y católica. ¿Con quién si no gobiernan en otras comunidades autónomas? Dicen criticar a la clase política, pero pactan cuando pueden sillones con la derecha, otra de las características habituales del fascismo de manual.

Durante los momentos previos del discurso se pudieron ver pancartas con el lema “stop invasión  migratoria” y ni cortos ni perezosos, dijeron que los extranjeros que venían eran jóvenes y en edad militar, insinuando de forma sibilina que son una amenaza. Y van y lo sueltan en Les Roquetes. ¿Quiénes somos nosotros, si no inmigrantes descendientes de jóvenes de otros lugares de España que vinieron a buscar un futuro mejor en Cataluña? La identidad roqueteña se ha construido alrededor de haber venido de fuera y haber levantado un pueblo entre todos, un pueblo que se ha integrado en una comarca, en una región que no era la de nuestro origen.  Muchos de los que vinieron acabaron casándose con mujeres catalanas y viceversa, existió una mezcolanza entre los que llegaron y los que ya vivían aquí, somos una sociedad plural y multicultural y eso es una riqueza. El eurodiputado Buixadé llegó a decir que nos imponían la convivencia, como si eso fuera acaso algo negativo. Somos una sociedad del siglo XXI y no del  medievo, la riqueza cultural es un valor a proteger y una característica intrínseca de la identidad roqueteña. 

No es habitual que una primera cabeza de partido visite Les Roquetes, pero creo que jamás  ningún político había pronunciado un discurso tan desorientado e ignorante en la plaza Llobregat, el corazón de nuestro pueblo.